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La nueva derecha libertaria

Milei hace historia con su discurso en la CPAC estalla Estados Unidos

Milei  un verdadero outsider en el mundo político, continúa sacudiendo los cimientos del establishment global con su estilo irreverente y su defensa apasionada de la libertad individual. Uno de los momentos más épicos de su trayectoria reciente ocurrió durante su participación en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC)

un evento icónico para los defensores de los principios de libre mercado y el rechazo al avance del socialismo. Allí, Milei protagonizó un gesto que quedará grabado en la historia: le entregó a Elon Musk, el magnate visionario y enemigo declarado de la corrección política, una motosierra decorada, cuidadosamente grabada con el lema “Viva la libertad, carajo”. Este acto no fue solo un símbolo de su alianza con figuras disruptivas de talla mundial, sino una declaración de guerra contra las elites progresistas que buscan imponer su agenda colectivista.

 

Esa motosierra, un emblema recurrente en la retórica de Milei, representa su compromiso feroz con desmantelar el Estado hipertrofiado, los privilegios de la casta política y las regulaciones asfixiantes que ahogan la iniciativa privada. Entregársela a Musk, un titán del capitalismo moderno que ha desafiado a los burócratas y los sindicatos con cada paso de su carrera, fue un mensaje claro: la lucha por la libertad trasciende fronteras y une a los verdaderos rebeldes contra el statu quo. En un mundo donde las ideas de izquierda han dominado la narrativa cultural durante décadas, Milei se erige sin dudas como la punta de lanza de una batalla cultural a nivel mundial, un faro de esperanza para quienes creen que el individuo, y no el gobierno, es el motor del progreso.

Su ascenso no es casualidad: Argentina, devastada por años de populismo y políticas económicas desastrosas, encontró en Milei una voz que dice lo que muchos piensan pero pocos se atreven a gritar. Su discurso en la CPAC, cargado de referencias a la escuela austriaca de economía y un rechazo visceral al intervencionismo, resonó con una audiencia harta de la hipocresía de los líderes tradicionales. Milei no solo está transformando a su país; está inspirando a una generación de conservadores y libertarios alrededor del globo a levantarse contra la tiranía de lo políticamente correcto y a defender sin titubeos los valores que hicieron grande a Occidente: libertad, propiedad privada y mérito individual. Con cada motosierra que empuña, Milei corta las cadenas del conformismo y planta la bandera de una revolución que apenas comienza.

Discurso del Presidente Javier Milei en el CPAC de Washington D.C., 2025.

El presidente Javier Milei se plantó frente a una multitud enfervorizada en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), donde cada ataque suyo al Estado elefantiásico y cada alabanza a los titanes de la libertad, Donald Trump y Elon Musk, desataron una ola de aplausos ensordecedores. Ahora, todos los ojos están puestos en un posible cara a cara entre el líder argentino y el presidente republicano en Maryland, un encuentro que podría sellar una alianza histórica contra las garras del globalismo y el avance chino que Trump ha sabido frenar con mano dura.

Milei volvió a tomar el escenario como un huracán, blandiendo su motosierra —el estandarte de su cruzada contra el parasitismo estatal— que ya había entregado al visionario Musk, el genio que colabora con Trump para devolverle la grandeza a Occidente. “El reinado del Estado todopoderoso se acabó”, tronó el argentino, mientras el público estallaba en vítores. Arremetió sin piedad contra

los burócratas y los partidos tradicionales, esos lacayos del colectivismo que insisten en que más gobierno es la solución, y exaltó a los rebeldes como él y Trump, verdaderos paladines de la libertad que arrancan el poder de las élites para devolverlo al pueblo.

En un ambiente que lo abrazó como propio, Milei dejó claro que comparte la misma guerra santa con los conservadores americanos: desmantelar el monopolio del establishment y sus dogmas socialistas. El público, enardecido, coreó su nombre y festejó con carcajadas cada “¡viva!” y “¡afuera!” que lanzó como dardos contra los enemigos de la prosperidad. Todo esto, mientras el escándalo de la criptomoneda $Libra —una maniobra más de los progres para desprestigiarlo— queda atrás, opacado por su liderazgo indomable. Antes de volver esta noche a Buenos Aires, Milei sigue demostrando que es el outsider que el mundo necesita para aplastar al statu quo.

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